Una de las principales barreras para emprender en el mundo rural siendo mujer es no partir de las mismas condiciones materiales. Muchas pequeñas explotaciones gestionadas por mujeres no tienen acceso a la maquinaria necesaria para realizar ciertas tareas del campo. Adquirirla supone un coste elevado, y la alternativa de contratar servicios especializados no siempre es viable si no existen redes de confianza o precios adaptados a las dimensiones de sus proyectos.

Pero, ¿y si lo que falta no es solo maquinaria, sino redes organizadas de intercambio, colaboración y apoyo técnico?

¿Qué proponemos?
Explorar y debatir la creación de una red de contactos entre mujeres agricultoras y personas (otras agricultoras, cooperativas, empresas locales) que dispongan de maquinaria y puedan ofrecer servicios agrarios a precios justos, solidarios o mediante fórmulas cooperativas o mutualistas.

Esta red permitiría:

- Que mujeres con explotaciones pequeñas o recientes puedan acceder a servicios técnicos sin asumir costes inasumibles.

- Crear vínculos de confianza y reciprocidad entre productoras y proveedoras del territorio.

- Favorecer la creación de economía circular y empleo rural en el entorno más próximo.

- Explorar incentivos fiscales o ayudas públicas para quienes ofrezcan estos servicios en condiciones equitativas.

¿Y si el apoyo viniera del propio territorio?
Muchos agricultores/as, ganaderos o empresas agrarias ya cuentan con maquinaria específica y experiencia. En lugar de infrautilizarla o mantenerla ociosa fuera de campaña, podrían ofrecer sus servicios a otras explotaciones cercanas, especialmente a mujeres que se incorporan al campo con menos capital, pero con proyectos sólidos.

Este modelo también abre la puerta a:

• Bolsa de maquinaria con disponibilidad de servicios por zonas.

• Acuerdos comarcales o municipales para promover esta red, con apoyo técnico y jurídico.

• Bonificaciones fiscales o ayudas para quienes ofrecen servicios a mujeres agricultoras bajo criterios sociales o ambientales.

¿Por qué importa desde el enfoque de género?
La mayoría de explotaciones lideradas por mujeres tienen menor tamaño, menos maquinaria y menor acceso a redes técnicas. Esto las deja en desventaja a la hora de competir o diversificar su actividad.

Facilitar el acceso a servicios especializados de forma flexible, justa y cercana reduce barreras estructurales y favorece un modelo agrario más equitativo y cooperativo.

Preguntas para abrir el debate:

• ¿Conoces a alguien que haya tenido dificultades para acceder a maquinaria o servicios agrarios en su proyecto?

• ¿Te parecería útil una red local de personas y empresas que ofrezcan estos servicios con criterios de solidaridad y proximidad?

• ¿Crees que las administraciones públicas deberían incentivar fiscalmente este tipo de intercambios?